Esta ayuda, que se canalizará a través del EVE (Ente Vasco de Energía), tiene como objetivo minimizar el impacto de la nueva reforma energética aprobada en los últimos meses.
Las empresas no recibirán ninguna subvención, pero sí ayuda para realizar un análisis de sus posibilidades para rebajar la factura, por ejemplo, a través de la disminución del término de potencia contratada.