Al igual que en el pasado apostó y apoyó económicamente el desarrollo de los paneles fotovoltaicos, el gobierno alemán trata de dar ahora un impulso al almacenaje de energía en baterías.
Las ayudas vendrán en forma de préstamos (de aproximadamente el 30% del coste de la batería) destinados a pequeñas empresas u hogares que se decidan por una pequeña instalación solar (< 30 KW). La inversión pretende garantizar un futuro renovable y de independencia energética en dicho país.