Información útil y aplicaciones para personas consumidoras sobre el mecanismo de ajuste del gas
1. ¿QUÉ ES EL MECANISMO DE AJUSTE?
El Real Decreto-ley 10/2022, de 13 de mayo, establece un mecanismo temporal que limita el impacto que la escalada de precios del gas natural está teniendo en el mercado mayorista de electricidad.
Según el diseño marginalista del mercado, el precio de toda la electricidad es fijado por la última unidad de generación necesaria para abastecer la demanda en cada hora. En 2021, el precio del mercado mayorista lo fijaron las tecnologías fósiles solo en un 17,5% de las veces, siendo la hidroeléctrica la tecnología que marcó el precio en más ocasiones, un 55%. Os recomendamos la lectura de este artículo sobre este tema.
Lo que quiere conseguir este mecanismo de ajuste es que, al limitar el precio del gas natural, se reduzca el precio de oferta de las tecnologías fósiles, y por tanto, el precio final del mercado.
El promedio del precio del gas en 2022 en lo que llevamos de año ha sido de 98,9 €/MWh. Esta medida limita el precio del gas natural comenzando por un valor de 40 €/MWh durante los seis primeros meses, e irá incrementándose en escalones mensuales sucesivos de 5 €/MWh hasta alcanzar un valor de 70 €/MWh en el último mes. Las tecnologías fósiles incluyen el coste del gas a la hora de calcular el precio de su oferta. Por tanto, limitando el precio del gas, ofertarán a un precio menor en el mercado mayorista.
Lo que consigue este mecanismo, es que no se pague a todas las tecnologías como si fuesen tecnologías fósiles.
Pero el hecho de que las tecnologías fósiles vendan su energía en el mercado a un precio inferior al que lo harían sin el tope del gas no significa que vayan a perder. El RDL establece un sistema de compensación para retribuirles hasta lo que hubiesen ganado ofertando al precio normal.
Esta compensación económica la asume la demanda, es decir, los consumidores. El tope de gas no afectará a la demanda que tenga asociada coberturas financieras (compras anticipadas de energía) anteriores al 26 de abril de 2022, por lo que estará exenta de pagar este ajuste. A medida que pasen los meses, el consumo asociado a estas coberturas irá disminuyendo, y el coste del ajuste también.
2. ¿CUÁNDO ENTRA EN VIGOR Y CUÁNTO TIEMPO ESTARÁ VIGENTE?
A pesar de que este RDL se publica el 13 de mayo, este mecanismo no entra en vigor hasta el día 15 de junio de 2022, ya que se requería aprobación por parte de la Comisión Europea, pues modifica las reglas del mercado mayorista de electricidad que se establecen a nivel europeo. Esta fecha no se ha conocido hasta el 9 junio.
Este mecanismo estará vigente hasta el 31 de mayo de 2023, debido a que se trata de una medida temporal y el Gobierno no puede ampliarla unilateralmente.
3. ¿QUÉ COSTE SUPONE PARA GOIENER?
En este RDL se entiende que solo se debe pagar el ajuste por la parte del consumo cuyo precio de compra no estaba fijado antes del 26 de abril, mediante coberturas o contratos bilaterales. En esta fecha, los gobiernos de España y Portugal dieron a conocer públicamente lo que llamaron la excepción ibérica, y a partir de la misma, comenzó a bajar el precio de la electricidad en los mercados de futuros.
Goiener, al igual que el resto de comercializadoras no verticalmente integradas, declaró ante el Operador del Mercado las coberturas financieras que teníamos anteriores al 26 de abril, y que nos ayudaban a fijar parte del precio a nuestros contratos. Por tanto, Goiener deberá pagar el ajuste correspondiente a la energía comprada en el mercado mayorista, y no asociada a coberturas.
4. ¿ESTO SUPONDRÁ EL AHORRO DEL 15% PREVISTO EN LA FACTURA?
El ahorro en la factura dependerá del tipo de contrato que tenga la persona consumidora, y en todo caso, este posible ahorro no sería respecto al precio anterior de la entrada en vigor del mecanismo, sino que se trataría de un ahorro respecto a lo que hubiese pagado esa persona si no se hubiese aplicado un tope al gas.
Es complicado de saber si la medida está funcionando como se esperaba, ya que en la última semana se han dado las peores circunstancias posibles para un aumento de precios: ha habido una muy alta demanda por la ola de calor, el precio del gas se ha vuelto a disparar, y ha habido una disminución de la producción eólica que ha provocado una mayor participación de las tecnologías fósiles en el mercado. Esto ha provocado que el ajuste que haya que pagar a las tecnologías fósiles que hayan vendido energía en el mercado mayorista, se haya disparado también.