El horno es un electrodoméstico de mucho consumo energético. Para poder reducir su impacto, es recomendable no precalentar el horno durante mucho tiempo y apagarlo 5-10 minutos antes de acabar para aprovechar el calor (esto último es aplicable a las cocinas de vitrocerámica). También, es importante abrir la puerta lo menos posible cuando se está cocinando. Finalmente, para reducir más el consumo se pueden hornear varios alimentos al mismo tiempo o usar técnicas como el papillote o trocear los alimentos antes de meterlos en el horno.