BECoop

En Goiener somos conscientes de que el mayor consumo energético doméstico suele ser para calentar el hogar. Sabemos que el hecho de sólo comercializar energía eléctrica dificulta la descarbonización de la demanda de calefacción, ya que en su mayor parte se basa en energía térmica de origen no renovable.  De cara a aumentar la presencia de fuentes renovables en este sector, otras cooperativas energéticas basadas en energías renovables (RESCoops) del norte de Europa, han comenzado a trabajar en ofrecer soluciones de calefacción con menor huella ecológica como, por ejemplo, los biocombustibles.

En el presente proyecto, Goiener ha participado junto con el soporte técnico de CIRCE, como caso piloto de una RESCoop sin oferta de climatización mediante renovables, que pretende integrar este servicio en su cartera de soluciones energéticas. Para ello, durante los primeros meses del proyecto, se ha facilitado un marco en el que todas las partes interesadas han tomado partido a través de encuentros, formaciones y encuestas. Así hemos recido las principales inquietudes y/o barreras que el uso de biocombustibles como recurso energético renovable puedan suponer.

Esta colaboración, puede asentar las bases de una nueva línea de negocio basada en servicios energéticos de calefacción a través de bioenergías como la biomasa sólida (por ejemplo pellets) o biometano (gases provenientes de la descomposición de residuos agrícolas, lodos de aguas residuales, desechos orgánicos domésticos o industriales etc) que puedan abastecer tanto sistemas de calefacción individuales como comunitarios, o incluso redes de distribución tanto de calor como de gas ciudad aportando gas de origen renovable. De esta manera se potencian soluciones descentralizadas y comunitarias que resultan ser claves en la transición hacia un modelo más justo y respetuoso con el medio ambiente. El hecho de potenciar un combustible renovable y de proximidad (km0) hará disminuir la dependencia energética a nivel local al reducir la importación de gas natural, mientras se disminuyen las emisiones de GEI (Gases de efecto Invernadero). Además, como consecuencia de su carácter descentralizado y de la estructura de las inversiones regionales, las instalaciones de bioenergias pueden aportar una contribución decisiva al desarrollo sostenible en las zonas rurales y ofrecer a los agricultores nuevas posibilidades de ingresos.

En este reto de descarbonización contamos con el sentir de cada socia consumidora y para ello hemos hecho encuestas para medir/despertar el interés respecto al nivel de implantación de bioenergías en sus hogares y de los distintos tipos de sistemas de calefacción existentes, posibilidad de valorización energética de residuos para el proceso, y en general percepciones sobre esta tecnología energética dentro de la cooperativa. De cara a movilizar las distintas partes interesadas se ohan organizado jornadas tanto entre los socios como fuera, contactando con los diferentes actores dentro de la cadena de valor de las bioenergías  (por ejemplo, personas u organizaciones buscando oportunidades para valorizar tu biomasa como biocombustible). 

Gracias al proyecto BeCoop, el servicio de consultoría en relación al potencial uso de la biomasa local es una realidad y se están realizando estudios en diferentes comarcas.